martes, 29 de noviembre de 2011

CARRASCO POLO...¨FIVE O´CLOCK TEA¨

Visitamos a un amigo en Carrasco y al salir se nos ocurrió dar ¨una vuelta¨...Rosita quería conocer canchas de Rugby donde hubiera jugado...Pasamos por Montevideo Cricket, pegadito a las canchas del British School, pero, pense que lo mejor era llevarla a conocer el Carrasco Polo Club, a mi gusto, el más completito de todos los clubes de Carrasco...
Y además, la posibilidad de con algo de suerte, disfrutar aunque más no sea de otra pasión...los caballos. En cualquier disciplina, los caballos siempre me apasionaron. Son puro corazón. Fieles, leales, nobles y por sobretoda las cosas...bellos, hermosos...simplemente: una obra de arte de la naturaleza.-







  

Conocí y comence a jugar Rugby a los 12 años..., bastante tarde si me comparo con la barra de los muchachos de Stella Maris y British...ellos, como nosotros el fútbol, comienzan desde el preescolar a darle a la ovalada..., pero, más vale tarde que nunca. Y el Rugby me dió muchas cosas, amigos por supuesto, conocidos, contactos...que se yo...pero hay algo que ese deporte me dió que no creo que haya otro que las de..., conocí y experimente en carne propia, la camaradería, la caballerosidad, el orgullo, la solidaridad y el ¨apretar los dientes para ir tras un objetivo¨...
He escuchado mil cosas en contra y a favor del Rugby y los rugbiers..., supongo que la ¨Tragedía de los Andes¨ marco un antes y un después...Mi experiencia es inolvidable. Es un deporte completo, amateur (al menos aca en Uruguay) y viril...descargas, eso es indudable...descargas y aprendes a dar y recibir ¨callado la boca¨...No se si hay otro deporte que tenga un ¨tercer tiempo¨..., un ¨tiempo¨ en donde triunfadores y perdedores alternan socialmente con una ¨chorizada¨ ó apenas unos refrescos...no lo se. Pero después de matarte dentro de una cancha, andar a los abrazos y compartiendo ¨algo¨ suena como raro...pero el rugby es así...y ojalá lo siga siendo por muchisímos años más...
Por aquellas épocas, había un Club que me fascinaba...Me encantaban sus canchas, eran impecables...me encantaba todo el verde y la vegetación que lo rodeaban, el ¨Club House¨...la confitería, su piscina, las canchas de tenis y cricket...todo era bellisímo...Y como su nombre lo dice...el Polo..., caballos, que más se puede pedir?
Hacía años que no iba...muchos..., que se yo cuantos. Está casí igual...parece que el tiempo no hubiera pasado. Supongo que la parte de ¨gym¨, llenita de máquinas para hacer musculación es nueva, no recuerdo que hace algunos años atrás estuviera...Quizás las canchas de hockey sean nuevas ó al menos la infraestructura que las rodea puedan serlo...pero todo lo demás, creo sino me equivoco, que está igual...
Quien va al Carrasco Polo a conocerlo, debe estacionar el auto y salir a caminar...no hay otra. Es un parque inmenso, hermoso, agradable...te atrae. Supongo que morirse sin haber ido a una fiesta, a una cena, a un almuerzo o simplemente al clásico ¨five o´clock tea¨ en el Polo, es haberse pérdido uno de los númerosos placeres que te podes dar en el Uruguay...
Por aquellas épocas teníamos bastante seguido ¨fiestas¨ ó ¨bailes¨ en el Polo...las de Ciencias Económicas, Arquitectura...que se yo...cumpleaños de quince y más adelante, casamientos...y siempre, ese ¨sabor¨ a cosa fina...esa mística inglesa increíble...
El Polo...un club..., un deporte que jamás práctique...ni jodiendo. Me encanta verlo. Me fascina el esfuerzo del jinete y del caballo, no es pavada...No importa si lo entendés o no, tan solo con imaginar la habilidad que hay que tener para poder pegarle a una pelotita desde encima de un caballo al galope, tan solo con eso...asusta!!!...Hermosisimo deporte, carisímo...pero bellisímo.-
La otra cara del Polo es creo yo, el salto y por supuesto, los pequeños pibes que aprenden a ¨andar a caballo¨ en su escuela de equitación...Para los que nos gustan los pingos y los niños, no debe haber muchas cosas más lindas en la vida, que ver un pequeñito intentando dominar a un animal de 400 ó más kilos...para que haga lo que él quiere que haga...ja ja...son 40 kilos de ser humano, dandole órdenes a un animal de 400 kilos...casi nada, que te parece!!!...un verdadero espectáculo!!!!
Me encantó ¨volver¨ a visitar el Carrasco Polo Club...viejos recuerdos volvieron a mi mente. Fueron horas recorriendo las instalaciones JUNTOS, con Rosita. Un polista que prácticaba, todas las canchas para él solo...y un par de chicos que estaban haciendo sus primeras armas sobre el lomo de un caballo...Los jardines, el vagón de tren, algún viejo tractor que en un rincón recuerda tiempos pasados y mucha gente prácticando distintos deportes...
Un país, Uruguay, una ciudad,  Montevideo...la recorro, la disfruto y siempre me pasa que término pensando que de verdad, es un lugar para vivir...en equilibrio, tranquilo...sin estridencias, sin mucho ruido ni corridas...lento, en paz...

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