Desde principios de Octubre teníamos las entradas..., la cita era el Sábado 29 a las 21 horas en el Teatro Solis. Tan solo concurrir a nuestro principal escenario teatral es un verdadero placer, la sala grande, la principal o como en este caso, la Zavala Muniz, la sala chica, la que no conocía, jamás había ido...y me pareció increíblemente bella, funcional y al mismo tiempo, muy profesional...
Hablemos un poco del Solis, sin duda un gran teatro...Se siente solo al verlo desde lejos y mejor no te digo nada cuando entras..., el lujo y el señorió te invade. No hay olor a tierra, a polvo...todo está limpio y formal. El personal te atiende a las mil maravillas, están todos uniformados y comunicados por handy o bluetooth..., todo el sistema de reservas, entradas y ubicaciones se encuentra computarizado..., hay un cajero automático, una cafetería preciosa y aunque no lo creas, los cajeros que cobran las entradas tienen terminales para procesar tarjetas de crédito!!!!!! (increíble en Uruguay). Acomodadores que te vienen a buscar hasta la entrada y te acompañan hasta tú lugar...una maravilla. Lo único que a nosotros los amantes de la fotografía nos jode, es eso, la imposibilidad de sacar fotos, terminantemente prohibido...pero bueno...
El objetivo principal de está salida era llevar a Rosita a ver una obra en el Solis y representada por la Comedia Nacional, la que creo que es el punto más alto que tenemos los uruguayos cuando hablamos de Teatro...Previamente habíamos ido varias veces al Circular, al Galpón, al Teatro del Centro, a ver obras represetadas por compañias chicas...El postre era, DOÑA RAMONA en el Teatro Solis. 
Hablemos de la Obra, DOÑA RAMONA...Qué se puede esperar de una obra representada en el Solis por la Comedia Nacional?...Todo, buenas actuaciones individuales y en équipo, coordinación, cambios escénicos y un gran vestuario, permanentes cambios de ropa. Exelente iluminación y ambientación, un gran sonido...todo, nada que críticar. Respecto al libro, a la obra, eso si te puede gustar o no, en lo personal no colmo mis aspiraciones..., es una obra que transcurre allá por el 1900 y pico, en la época de la presidencia de Batlle y después el Gral. Santos. Se trata de la vida en la casa de una familia burguesa de la época, y el ingreso de un ¨ama de llaves¨, Doña Ramona...Que se yo, personalmente me gustán más las obras actuales, las que tratán problemáticas que suceden hoy, en el presente...y me estoy refiriendo estrictamente a la historia, porque la actuación creo que es exelente...No obstante, Doña Ramona, tiene pasajes de humor, logrados magistralmente en el personaje de la mucama...una grande...
En suma, me parece que vale la pena verla..., tan solo para disfrutar de una obra de teatro realizada por la Comedia Nacional y en el Teatro Solis. Cuando termina la obra y salis, sentis que te empapaste de Teatro...Hay que verla!!!
Una sola cosa que decir, me resultaron incomódas las sillas o butacas del teatro...no se, creo que es muy duro el asiento, y creo que no fui yo solo, pues pude apreciar a mucha gente inclinados hacia adelante luego de promediar la obra, como que buscando posición...no se, es un punto a tener en cuenta por la dirección del Solis...cuando se pueda...a ver si cambián esas butacas!!!
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